Bienvenidos de nuevo a los años 70, la década de la excentricidad y otras exageraciones. En este último cajón (si es que puede llamarse así) entra también, aderezada con una bien dosificada porción de trash, la llamada ola disco, durante la cual, en templos del baile más o menos chillones, personas más o menos estridentes se reunían por primera vez para actividades de ocio más o menos rítmicas. Con montones de glam y brillo y un 4/4 que martillea mecánicamente bajo luces de colores y la —¡ya lo habéis adivinado!— inevitable bola de discoteca.

Esta última la hemos convertido, como pequeña reminiscencia y para vosotros, fans de lo retro, en un funky macetero de vidrio y plástico, con el que a partir de ahora podréis crear en casa un poco de nostalgia de la pista de baile. Aunque a) más verde, b) más silenciosa y c) sin tener que lanzaros de inmediato al Saturday Night Fever. Incluye tanto una cadena para colgar como un aro de madera para apoyar.

En ambos casos, a nivel puramente decorativo, luce muchísimo. Especialmente con la banda sonora adecuada.

PD: También se incluyen piezas de vidrio de repuesto. Por si los graves se ponen, de vez en cuando, un pelín demasiado altos.