
Los apasionados de la cerveza lo saben. La perla de lúpulo espumosa sabe a gloria cuando está dentro de la jarra propia. Sobre todo si se trata, como en el caso de nuestra jarra de cerveza personalizable con Foto + Texto, de un producto único hecho a medida. Edición especial, por así decirlo. Y es que nuesta jarra es el regalo casi ideal para desencadenar la auténtica fiesta del lúpulo en, prácticamente, cualquier ocasión. Una jarra bonita pero además con la foto y el texto que quieres que grabemos en una configuración sencilla y divertida. Con la jarra personalizada no cabe duda respecto al propietario y mayor cervecero del reino, por cierto.
Más vale prevenir que curar. Y ahora, ¡feliz configuración! Quien pueda disfrutar de unos cuantos sorbos refrescantes de ella será porque así lo merece.

Para quienes quieran compartir su entusiasmo sobre lo que sea ahora también pueden expresarse y darle un toque práctico: en nuestra taza personalizable con tu calificación ahora puedes dar tu opinión de forma permanente, en cualquier tema. Así que si estás que te opinas encima y las redes no te son suficientes, te traemos esta taza donde dejar tus impresiones bien fijas. Seguro que esa persona te agradece las cinco estrellas. Ya sea alguien o algo, ya sea el nuevo colega o la tarta de frambuesa de la tía Emilia. No importa.
En cualquier caso, a partir de ahora tu taza estará llena. Y de positividad, también... Es bastante agradable, para variar, tomar un café con una buena valoración. Y en cuanto a los y las tiquismiquis que se quejan por-casi-todo y no dejan más que una estrella en su valoración, no perdemos la esperanza. Siempre pueden encargar una nueva taza y pensarse mejor su review. ¡Que no cuesta nada hacer feliz! Así que: adelante. Tanto si eres exigente como si no, déjalo impreso y ya de paso, regálalo. Pero no olvides pensar en positivo, anda. Si puedes.

¡No se puede personalizar más! Y además con efecto sorpresa. Y es que nuestra taza termosensible sólo necesita un poquito de líquido caliente para descubrir tu/su cara multiplicada por mil. Después de todo, ¿qué es más inconfundible que una cara? Por eso la imprimimos en esta taza y, para evitar confusiones, en varias copias. Lo descubres, de ahí lo de "sensible a la temperatura", en cuanto se vierte algo caliente en ella.
La taza ya tiene cara. Como por arte de magia. Y, como hemos dicho, multiplicada. Algo mágico, ¿no?
