Como demuestra el creciente número de cafeterías con gatos, el café (o el té) con un gato es mejor que sin él, para amigos y amigas de los simpáticos peludos felinos. Por eso recomendamos encarecidamente nuestra taza con gato y por eso podemos ponerla en la mesa de la cocina o de la oficina. Fabricada en cerámica de color salmón y con un simpático gatito en cuclillas feliz en el borde de la taza.

Es un accesorio verdaderamente felino para quienes se confiesan irremediablemente adictos y adictas a los pequeños depredadores. Nunca hay gatos suficientes. Ellos lo saben, por eso los gatos se salen con la suya.