De nuestra popular serie: "Sobrepasando los límites en los asuntos del hogar": La copa de vino realmente gigantesca, enorme y, por lo demás, descomunal, que no sólo se caracteriza por un eslogan original ("I Don't Give A Sip" - ¡Ja!), sino que también da cabida a una botella entera de vino en términos de tecnología líquida (para los muy precisos entre ustedes, esto corresponde a una capacidad aproximada de 780 ml).

Esto no tiene por qué corresponder al ideal de consumo moderado, en el que se disfruta de la noble gota lenta y reflexivamente (y quizás incluso se habla de viñedos, notas y acabados), pero lo que se tiene, se tiene (y se sirve). En este caso, no con estilo, sino sin tallo, lo cual es naturalmente inteligente desde un punto de vista puramente estático - si la copa se cayera por un descuido, tendría una inundación de vino que sería todo un espectáculo.

Pero de esta manera: ponlo felizmente y desentiéndete. Y si no vas a bebertelo entero, también puedes utilizar nuestra copa de vino gigante como decoración de bar y decantador de emergencia. Que también funciona, oye.