Sorprendentemente -o al menos eso hemos oído-, hay fontaneros que no se ocupan de tuberías, grifos, sistemas de calefacción u otras instalaciones portadoras de agua, sino que se pasan todo el largo día (y a veces mientras dura la batería) corriendo y saltando por todo tipo de recorridos de fantasía para hacer Dios sabe qué. Deberíamos tener uno en casa.

Nadie sabe por qué fontaneros (con nombres italianos y bigotes tópicos). Pero no importa. Nuestro fontanero no es realmente un fontanero. Es una minialmohada (o muñeco) personalizable con tu propia cara (=sí, sí, la tuya o la de quien tú quieras). Y tampoco se llama Mario. Es como tú le llamas por su inicial. Además, no corre ni salta. Nos da igual lo que haga el fontanero de verdad mientras tanto. Que corra. Y que salte. Si es absolutamente necesario...