Con la mejor voluntad del mundo, no podemos decirte por qué se llama "Emil". Pero en realidad no importa. Lo importante es que nuestra lámpara de asiento (que ahora se llama "Emil") a) tiene un aspecto bastante original, b) puede adoptar varias posiciones de asiento gracias a sus brazos y patas ajustables (o más exactamente: giratorios), y c) por la misma razón, también funciona como sujetalibros o similar. Lo que la convierte en un accesorio maravilloso y decididamente digno de regalo para el salón y el dormitorio o la estantería y la mesilla de noche, que además crea un ambiente agradable con una luz suave bajo una discreta sombra.

Bueno. Ahora sólo tienes que pensar dónde colocar Emil Lamp. Pero seguro que encuentras un sitio. Sería de risa.