Y ahora carcajadas rugientes (tal vez tras un breve sobresalto, pero luego aún más risas nerviosas): Porque el más audaz de todos los bromistas ha introducido de contrabando en la fiesta una caja de aspecto totalmente inofensivo (que actúa tan inocentemente como si contuviera incienso), de la que -abierta por manos desprevenidas- salta en realidad un pene gigante. Explosivamente. ¡Whack!

¿No es muy divertido? ¿Y bien? Pocas veces me he reído tanto. Pero qué no harás por el entretenimiento de aquellos a los que quieres entretener. Incluso si les juegas una mala pasada, siempre que entiendan la diversión. Pero pueden soportarlo. Incluso un poco por debajo del cinturón.

PD: Quizá no es ideal para el cumpleaños de la tía Emilia. O tal vez sí, ya depende de ti.
Pssst: Por cierto, funciona tantas veces como quieras. No sólo una vez. Increíble, ¿verdad?