Más allá de las ideologías y de su disfraz político, esto merece sin duda una (o varias) consideración(es): a saber, preguntarse de vez en cuando y antes de querer tener (o consumir) algo si realmente lo necesitas, sea lo que sea. Puede parecer trivial a primera vista, pero un examen más detallado probablemente revelará que un poco de reducción consciente y un poco de contención no son necesariamente lo peor. Y queremos daros algunas sugerencias concretas con el Reto de 30 días "Menos es más". Durante todo un mes.

Sin estrés (y la correspondiente presión), por supuesto, pero con tranquilidad y con la necesaria desaceleración. Porque, como todos sabemos, pensar siempre va antes que repensar. O algo así.