Pues bien, queridos niños y niñas, hoy en día nadie teme al hombre negro de Star Wars que una vez nos provocó escalofríos de miedo. Porque hoy, el otrora terrorífico Lord Sith es un icono pop de culto y diversión cuando se pasea en plástico negro y con un generador de sonido en múltiples versiones por las convenciones de cómics y eventos similares. Pero eso no impide que nos pongamos nostálgicos y coloquemos a Darth Vader (o, más concretamente, su casco) en tu dormitorio o sala de juegos como una elegante luz LED. Con licencia oficial, por supuesto, y el correspondiente realismo e incluso con los chirriantes y espeluznantes ruidos de la respiración (que, según hemos oído, se creaban entonces con un regulador de buceo).

Todo ello, por supuesto, en negro intenso y rojo sangre y alimentado por dos pilas terrestres. Así que si estás viendo la primera trilogía de "La guerra de las galaxias" por enésima vez, aquí tienes tu deco. No te preocupes. De todas formas, al final todo saldrá bien, incluso el maestro Vader. Al fin y al cabo, es un cuento de hadas.