Vale, puede que en tu círculo de amistades no haya nadie que encaje con el perfil de Dirty Bitch. Es una posibilidad. Pero, que quede entre nosotras, sabemos que esta posibilidad, aunque es pequeña, existe.

No siempre, claro. Solo en ocasiones. Solo en ciertas ocasiones las chicas podemos llegar a ser un poco perris. Al menos, un poquito. Y un poquito sucias también.

Para estas y otras ocasiones, os traemos un regalo bastante perri, que en un sutil color «perri-pink» (las chicas buenas lo llamarían «rosa») permite que las chicas malas vuelvan a estar limpias y quizá también les recuerde a ellas y a todas nosotras que, de vez en cuando, ser un poco perris y sucias sienta de maravilla. Siempre y cuando no te excedas. Y no te lo tomes demasiado en serio. Ya está. Ahora lávate las manos. Corre, corre.