Por lo tanto, y para que quede claro de una vez por todas, los gatos no deben realizar tareas domésticas. Porque 1) el trabajo es imposible, 2) los gatos realmente no tienen tiempo para esas nimiedades en vista del estrés y las tensiones de la vida cotidiana, y 3) no se puede esperar de ellos suciedad de ningún tipo bajo ninguna circunstancia. (Sabemos el gran valor que las patas de terciopelo conceden a la limpieza de terciopelo - excepto quizás si se tira algo al suelo porque está colocado de forma estúpida e innecesaria donde el gato no lo necesita en absoluto).

Sin embargo, nos gustaría hacer una excepción (y en realidad sólo una): Nuestro aspirador de escritorio con forma de gato, adorable, que, en consonancia con la imagen gatuna (véase más arriba), ronronea alegremente sobre el escritorio y recoge con avidez (es decir, no en consonancia con la imagen gatuna) migas, pelusas, polvo y minisuciedad similar. Por supuesto, sólo se parece remotamente a un gato (o al aspecto que la gente infantil de dos patas se imagina que tiene un gato). ¿Porque no creerás en serio que es un gato de verdad...? Exacto.