
Que las llamas (las de verdad) son unas absolutas profesionales del frío no sólo lo saben ellas, sino, por supuesto, todos los que han llevado alguna vez la lana del camello andino sobre su cuerpo. Y lo que se aplica a la cosa real también se aplica a nuestra mini llama súper linda, que se acurruca en las palmas de tus manos con su cara de llama extrañamente linda y su color (casi) todo blanco para dar a tus dedos congelados un calor acogedor. Todo lo que tienes que hacer es poner el pequeño calentador de manos en el microondas durante unos minutitos y no sólo aumentará la temperatura de tus dedos, sino también tu estado de ánimo. Además, huele a lavanda 100% natural, un plus que, entre tú y yo, no tienen las llamas reales por ahora. Y tampoco pueden guardarse en cualquier bolsillo.
Como ves, nuestra mini llama está prácticamente a la altura de tus imprescindibles para pasar el gélido invierno. Y, se nos olvidaba... ¡no escupe!

Golf, ese juego que consiste en meter la pelotita en el agujero al darle un golpe con el palito… parece fácil, pero no lo es tanto. Por ejemplo, para conseguir que la bola vaya en la dirección deseada o incluso que se mueva, se necesita un montón de entrenamiento, y nervios de acero. En esto segundo no podemos ayudaros, ¡la paciencia está en vuestro interior! Pero en cuanto a practicar, nos gustaría haceros una propuesta.
Partiendo de la premisa de que la práctica hace al maestro, y está claro que cada minuto de entrenamiento es muy valioso, hemos llevado a cabo una exhaustiva investigación en búsqueda de los momentos que a lo largo del día son especialmente poco constructivos, y tenemos uno clarísimo: ir al baño. Un tiempo valiosísimo, que se desperdicia con actividades ciertamente poco productivas. Por eso, te recomendamos que aproveches estos momentos vacíos con nuestro Set de golf para el baño. Se monta enseguida, se puede desmontar en un periquete, y es la forma de ideal de perfeccionar tu técnica de golfista en un lugar tranquilo y silencioso.
Suerte, y al hoyo.

Por todos es sabido que, cuando llega el invierno, sobre todo a las mujeres (aunque no solo a ellas) se les mete el frío en las manos y los dedos, y no hay quien lo saque. En la oficina o en otras actividades en las que se usan los dedos, esto no es nada agradable. Nosotros tenemos algo con lo que combatirlo: los monísimos corazoncitos calientamanos que, una vez precalentados en agua caliente, proporcionan una temperatura agradable a la parte del cuerpo que se haya quedado fría como un témpano de hielo. El ánimo se levanta, los dedos danzan por el teclado (o hacen lo que sea) y uno/a vuelve a estar contento.
Gracias, de corazón.

Siempre lo necesitas. Por eso es bueno tenerlo cerca, bien localizado. El santo abrebotellas. Y nosotros te traemos uno para que lo cuelgues directamente de tu frigorífico, para que todo sea más sencillo: abrir nevera. Sacar cerveza. Abrebotellas en mano, ¡ah! placer... Por eso, nuestro abridor de botellas con diseño ingenioso, divertido e imperdible de cajas de cerveza trae consigo un imán incluido que lo mantiene siempre listo cuando más lo necesitamos. Porque, como sabemos, las herramientas imprescindible deben estar siempre donde se necesitan.
Tiene sentido, ¿no? Entonces ¡Salud!

Para que a la hora de dar los regalos este año, aparte del pavo, el cordero o el cochinillo junto a sus turrones y mazapanes, también haya algo para beber que ayude a bajarlo todo, sería conveniente, según nuestro Departamento de Nochebuenas Alegres, colgar las bebidas necesarias en el árbol de Navidad con cintas cortas. Dicho y hecho: con el juego de seis bolas rellenables para el árbol de Navidad, el arbolito adornado se convierte en una fuente de refrigerio en un abrir y cerrar de ojos.
Y de esta fuente puede brotar lo que se quiera: puede ser licor, aguardiente o mosto. Lo importante es que sea navideño, aunque este es un campo muy amplio hoy en día. ¡Chin chín!

Un compañero fiel para todos los frioleros y frioleras del lugar que sufren de manos frías en otoño e invierno (siempre que las temperaturas sean adecuadas): nuestro encantador y térmico mini perezoso, que cabe en cualquier bolsillo y palma de la mano y le proporciona un calor acogedor donde el malvado frío sería imparable de otro modo. Todo lo que tienes que hacer es poner al simpático habitante del trópico en lo que esperas que sea un microondas y estará cómodamente caliente y se encargará de calentar tus dedos congelados. Y mientras lo hace, también huele agradablemente a lavanda.
Es un magnífico accesorio o regalo para el grupo objetivo descrito anteriormente, que debería llevar siempre un calentador de manos cuando hace frío. Y si es un lindo perezoso, mejor.

Extracto del muy leído Diario del Cangrejo:
"Subespecie claramente rara del orden de los crustáceos decápodos, rico en especies. Sin embargo, a diferencia de éstos, el cangrejo rojo recogecuchara (Carcinus cochleari ruber) no tiene un exoesqueleto de cal, sino que está formado totalmente de silicona, lo que lo hace comparativamente frugal y extremadamente resistente. A todo. Tampoco vive, como casi todos sus parientes más cercanos, en el mar o en zonas costeras, sino exclusivamente en las cocinas, allí principalmente se refugia entre platos, sartenes, fogones y recetas de cocina.
El primer par de patas tiene forma de tijera casi simétrica, lo que permite a Carcinus cochleari sostener objetos relativamente pesados y alargados como cucharas (cucharas de cocina, servidores de ensalada, escurrideras...) durante un período de tiempo extremadamente largo. Otra característica especial es la completa capacidad de rotación del cefalotórax: de este modo, el cangrejo portacucharas, si está sujetando una cuchara, puede moverla en todas las direcciones deseadas.
El color rojo intenso atrae la atención o lo hace fácilmente localizable en las urgencias de la cocina. Es de todos los electrodomésticos, tu mayor aliado. Y el que menos consume también. El animal no es capaz de reproducirse ni tiene un metabolismo significativo; además, puede limpiarse fácilmente en los lavavajillas y luego colocarse en cualquier cajón para su almacenamiento o mantenerse libre a sus anchas en la cocina o sentado en las ollas durante largos periodos." Es que no hace ni un ruido.
Hasta aquí el estado de la investigación.

Este señor, si nos atenemos a los tópicos populares, es probablemente más bien un monsieur. Nos lo indica su boina y su bigote de gran tamaño (o moustache, podríamos decir). Sin embargo (y a pesar del bigote) cuelga de la pared de todos los cuartos de baño como un accesorio divertido para los amigos del afeitado tradicional con su agua y su jabón y su herramienta más importante: la maquinilla de afeitar. Sólo que ahora se exhibe con orgullo en el alicatado o si eres más pudoroso, puedes guardarlo en el armario hasta la próxima vez que no lo necesites.
El caso es que Mister Razor (también conocido como Monsieur Rasoir), está siempre a mano y se coloca de forma rápida y sencilla mediante una ventosa. Ajustándose donde lo prefieras. Y, mira, también da vida al baño. Que nunca está de más.

A los gatos no les gusta el té (como mucho, el agua fresca de su bebedero en forma de fuente que, como sabemos, forma parte del equipamiento mínimo de todo hogar felino). Prefieren el pescado (aunque un roedor colgado de sus dientes es para ellos, por supuesto, la mejor de las experiencias). A pesar de a) y debido a b), dejemos que nuestro dulce y blanco gatito te prepare un té y a la vez comparta su pescado, que aunque acabará en su barriga, desde allí dará lugar a una vigorizante o calmante infusión caliente. Lo que nos demuestra una vez más todo lo que los gatos pueden hacer (absolutamente todo), si se les deja y se les pide amablemente.
Un accesorio divertido y original para amantes de los gatos, amantes del té y para todas aquellas personas que saben que nunca se tienen demasiados productos para gatos en casa, aunque en este caso no estén destinados al minino sino a los humanos. Algo que el señor Don Gato permitirá solo por esta vez. Después de todo, no le gusta el té. Pero una ración extra de pescado es, sin duda, algo de lo que hablar.

Una vez más, nos gustaría añadir una breve explicación: este Delantal de afeitado no es en realidad un delantal, sino, más bien, un peto de afeitado, pensado para todos aquellos hombres considerados con la limpieza del baño y los atascos de vello del lavabo. Quizás podríamos haberlo bautizado como "Barbapeto" o "Delantal Anti-pelos", pero hemos abogado por dejar las cosas claras, dado que no se usa solo porque tengas barba, sino porque te dispones a afeitarla. Pero, antes de perdernos en divagaciones sin fin, lo importante para todos los amigos del vello facial desenfrenado es que el acto de afeitado será de lo más pulcro y limpio, y se evitará recoger pelitos del suelo/lavabo, y atascar ningún conducto relevante para la circulación del agua.
En resumen, mejor ponerte el delantal que pasar la aspiradora.
Buena idea, ¿no?

Es bien conocido el efecto saludable de las pelotas antiestrés u otras piezas de goma que se pueden apretar, estrujar, tirar, lanzar o maltratar de una u otra forma hasta la saciedad. A veces, tenemos que dejar fluir la presión reprimida, pero eso no siempre sirve. Para esos casos, tenemos nuestro pollo antiestrés. En primer lugar, puedes amasar esta robusta ave de goma según todas las reglas del noble arte antiestrés (eso ya está muy bien) y, en segundo lugar, el pollo chilla a la vez (aún mejor; así no tienes que gritar tú, aunque te apetezca).
Efectos secundarios: aunque reduce tu estrés, podría estresar a otros debido a su fuerte sonido. No es precisamente un modo elegante de hacerlo, pero puede resultar útil, siempre y cuando no te excedas y luego tengas que contar con las desagradables consecuencias. En cualquier caso, esto hace que este pollo graznador sea un regalo antiestrés y temido a partes iguales para los amigos, los colegas y cualquier otra persona para la que una bola antiestrés ordinaria ya no sea suficiente. Lo único que ayuda es el pollo. Por razones de higiene mental.

A veces, se podría afirmar sin segundas intenciones que no es la calidad lo que importa, sino la cantidad. Esto mismo sucede con nuestra divertida taza de micropenes, que te presenta un montón de minisalchichas en blanco y negro estampadas sobre una alegre taza de cerámica. Un regalo ideal, y esperamos que sin alusiones, para todos aquellos que saben divertirse (o que no ven bien de cerca). Porque, por suerte, un buen café o té no depende del tamaño.
Como muchas otras cosas. O, al menos, eso dicen.

¿A quién pertenece esta manita de peluche con garras terroríficas? Bueno, hay muchas teorías al respecto. Algunos dicen (entre ellos, un conocido exalpinista austriaco) que pertenece al legendario Yeti, del que no sabemos nada, salvo que no existe. Otros dicen que llegó desde el planeta de hielo Hoth y que pertenecía a un wampa que, despistado, se interpuso en el camino de Luke Skywalker.
Pero, tan misterioso es su origen, como clara su utilidad: si alguna vez has encontrado tu coche en pleno invierno (y, por supuesto, por la mañana cuando tienes especial prisa) con una capa de hielo más o menos gruesa en la luna, sabrás qué hacer con este rascahielos del Yeti (o «rascador de hielo wampa»).
Y como ambas criaturas están bien equipadas contra el frío debido a su origen, no se te congelarán los dedos, toda una ventaja a la hora de conducir. Ya lo verás.

No te preocupes.
No olerás a champagne ni a cava después de tu merecido baño de burbujas (eso sería realmente una exageración). En su lugar, te bañarás en agua espumosa, sí y seguramente sentirás después un cosquilleo tan intenso que es casi imposible de describir. Eso también. Con las bombas de baño Secco en un sutil color dorado, que transforman tu bañera en una zona de bienestar (o de fiesta, según el caso) cubierta de burbujas nacaradas y brillantes. Sólo hay que tirar las bolas de oro en el agua caliente y tú justo después.
Luego, siempre puedes dar unos sorbos de tu champán favorito (de verdad, desde tu copa). Porque es lo más cercano a tocar el cielo. Y tú mientras, a nadar en cava, o secco, o espumoso... ¡Delicia!

Si no eres un o una profesional de la comida italiana y en casa no te conocen como el Maestro Bolognese o la Mamma Carbonara no puedes evitar comprobar por ti mismo si los espaguetis que se cuecen a fuego lento delante de ti son espaguetis todavía tan duros como palillos o (¡no!) desgraciadamente se han convertido en unos hilillos flácidos y pastosos... Han perecido en el agua hirviendo. No hay nada que hacer. Has llegado tarde. Nadie querrá comer espaguetis convertidos en fideos de sopa de sobre. La magia está en el al dente ("firmes en la mordida"- o lo que viene a ser lo mismo, "justo a tiempo"). Y antes de apresurarnos a utilizar métodos poco elegantes (como el de acribillar un inocente fideo contra la puerta de la nevera), preferimos hacerles pasar por nuestro divertido Spaghetti-Tester-Man. Un hombrecillo humilde, amarillo y muy paciente que sabe, igual que nuestras abuelas, que la comida rica no debe pasarse nunca. Déjalo sentado al borde de la olla donde se cocina la pasta. Con su caña de pescar, un elemento disuasorio, porque lejos de pescar un salmonete, va a poner tus espaguetis a prueba. Y todo ello sin tener que hurgar en el agua caliente. Podrás averiguar mordisqueando con cuidado si están ahora al dente o no, la pasta, queremos decir.
Porque, como todos sabemos, sólo así sabe bien. De lo contrario, por favor, vuelve a la casilla de salida. Con el hambre que tenemos, además...

Un accesorio fresco y alegre para los pies firmes: los calcetines de cerveza en amarillo, naranja o negro con burbujas de espuma blanca para los amigos y amantes de la cerveza que quieren demostrar su preferencia por las bebidas frescas de lúpulo y malta de una manera moderna. Y, por supuesto, un regalo de primera clase para los amigos, los colegas y cualquier otra persona con la que te guste ir de cañas y quieras hacerle un bonito regalo. Envasado en lata de cerveza, por cierto.
Conclusión: si te gusta beber una cerveza rubia (o negra o tostada), también te gustará llevarla en tus pies ¿no? Eso sería ya lo máximo.

Queridos amigos y amigas de lo oculto, si en el futuro os encontráis a alguno de los herederos de Drácula, olvidaos del ajo. Desde que el Gremio de Vampiros de Transilvania descubrió el merchandising, esto resultó ser un cuento de hadas. Nuestro vampiro, por ejemplo, se pone a nuestro servicio bajo el sustancioso nombre Grácula como picador de ajos, muy auténtico con su traje tipo pseudoesmoquin de conde negro y blanco, pero con un par de cuchillitas afiladas en lugar de los antiguamente temidos colmillos.
Y, mientras vosotros disfrutáis ahora de un utensilio de cocina original y práctico, el muerto viviente original se revuelve en el ataúd preguntándose seriamente hasta dónde han llegado él y los suyos, que ahora se tienen que dedicar a tareas serviles de cocina o, lo que es igual de patético, a deambular hormonados por series adolescentes estadounidenses. En fin, ya nada es lo que era. Qué desgracia.

Vaya.
Como el humilde redactor de estas modestas líneas carece de pelo en su cabeza desde hace ya bastante tiempo, muy a su pesar no puede opinar en este caso, así que lo mejor es que no escriba nada. (En realidad, sucede igual en muchas otras áreas, pero eso no viene al caso. Dejémoslo así). Vuestro humilde redactor puede secarse la cabeza con una toalla a la velocidad del rayo; en comparación, la misma operación en el mundo de las damas parece una eternidad... Secar una larga melena después de una ducha es una tarea muy extenuante.
Por este motivo, os traigo una recomendación completamente altruista: la toalla turbante para el pelo. ¡Un pispás! Ponla sobre tu pelazo y listo. Te ahorrarás las tediosas toallas anudadas al estilo más oriental, las interminables orgías de secadores de pelo y otras pamplinas similares que consumen mucho tiempo, solo para que tu melena mantenga una forma razonable.
Señoras, ha llegado la hora del turbante. En rosa, además.
Poco más tengo que decir.

Inspirado en los artículos de cocina de la popular youtuber Influenza Blah de Blah (con su amable permiso):
«Si quieres preparar toda clase de verduras
ligera y fácilmente, sin torturas,
tentáculos comestibles bien cortados,
el sufrir por fin se ha terminado.
Como en cualquier otra ocasión,
Radbag te trae la solución,
un útil accesorio que consigue
lo que apenas nadie más concibe.
Esta medusa tan simpática,
en lugar de hojas metálicas,
corta de forma nada costosa,
las espirales más deliciosas.
Listas y simples, inmaculadas,
casi como una medusa tentaculada.
Para disfrutar de la visión,
contar con ella es de obligación.
Con esta medusa tan alocada,
tendrás mil espirales en tu ensalada».

Por fin ha llegado el día que tanto esperabas.
Ropa nueva, tacones, maquillaje y peluquería. ¡Perfecta para esa ocasión tan especial!
Pero al llegar al coche te das cuenta de que ¡has olvidado las uñas! Vuelves corriendo a casa para arreglar ese desastre con tu esmalte preferido. Pero ¡Se hace tarde!
Tic tac, tic tac...¡Ójala tus uñas se sequen rápido!
Suerte que tienes a tu mono secador de uñas.
¡La velada esta salvada! Llegas a la hora y perfecta de arriba abajo.
Ya solo te queda disfrutar y lucir tu perfecta manicura.

Por supuesto que no se nos habría ocurrido ofreceros un ambientador con olor a caca, por mucho que la imagen dé a entender eso. Y sin embargo, ni siquiera es una caca; dice la leyenda que el famoso emoji se trata en realidad de un helado de chocolate...
Pero no, tampoco huele a chocolate, su fragancia es mucho más refrescante y novedosa: nuestro ambientador de coche - Emoji caca ¡huele a coche nuevo! Plástico recién estrenado, asientos impolutos, y todo eso a lo que huele un vehículo acabado de salir del concesionario. Por eso, si tu coche ya tiene algunos años, te recomendamos este ambientador para que al cerrar los ojos puedas imaginar que es nuevo, o al menos tener un detalle decorativo especial que le dé originalidad.
Elige tú mismo para qué lo prefieres.

¿Tequila y Navidad? ¿Acaso no van de la mano? ¡Claro que sí! Porque, en primer lugar, el tequila va con casi todo y, por tanto, también con la Navidad, y en segundo lugar, no tienes que hacerlo si no quieres. Brindemos y bebamos, por supuesto, con moderación, pero sin dejar de hacerlo, vamos. Por eso colgamos nuestro tequila (aunque no el auténtico) en el árbol de Navidad, con todos los ingredientes, como el limón, la sal, etc. (que, curiosamente, son más utilizados fuera de México, porque allí su tequila riquísimo es suficiente). En cualquier caso, todo esto se cuelga como adorno en el árbol de Navidad, en un juego de cristal de 4 y en lugar o además de las bolas, bastoncillos o lazos del árbol de Navidad.
Como una pequeña sugerencia para el aguardiente digestivo después de la copiosa cena de Navidad, por ejemplo. O también para redondear una Nochebuena ciertamente exitosa con un buen regalo. Sea como sea: ¡salud! y ¡viva México!

Puede sonar paradójico, pero quien quiera vencer a su cerdito interior y evitar coger a deshoras algo de picar de la nevera (o dicho de otra manera, adelgazar), necesita un cerdo. Por supuesto no un cerdo cualquiera, y mucho menos uno de verdad, sino nuestro urbanita y artificial (pero aún así muy tierno) Cerdito de dieta para la nevera. A pesar de su apariencia inofensiva, es totalmente estricto cuando se trata de defender los alimentos poco sanos de tu nevera de tus garras hambrientas de entre horas. No dudará en soltar advertencias de lo más severo para evitar que te saltes tu dieta, algo de lo que después te arrepentirás - y lo sabes -.
Si haces caso a sus sabios consejos acabarás agradeciéndoselo, te lo aseguramos. Quién necesita fuerza de voluntad cuando tienes un cerdito en la nevera...

Vaya por delante: ahogar las penas de cualquier tipo en el alcohol... no, nunca ayuda, con toda probabilidad. Pero eso no nos impide asegurar que, con la Copa de vino Good Day Bad Day Don't Even Ask, al menos garantizamos una sonrisa. Especialmente en ese ratito del día que te guardas para ti, para saborear tu vino tinto, rosado o el blanco bien frío. Mejora el estado de ánimo, independientemente de las condiciones, en cualquier caso.
Y si sólo quieres un culín sírvete entonces hasta donde quieras. Porque el estado de ánimo grabado en la copa funciona también como medidor.